
La aplicación que tiene
la primera ley de la termodinámica al flujo de energía de los ecosistemas tiene
que ver en la transformación y conservación de materia y energía en los
organismos y plantas. Como todos sabemos la fuente de energía que sostiene la
tierra es el sol, esta primera ley de la termodinámica también llamada ley de
la conservación de energía nos explica que las plantas verdes (con clorofila),
transforman la energía lumínica en energía química. Cuando la energía química
almacenada por las plantas en forma de glucosa, la toma la misma planta para su
respiración celular, este rompe los enlaces de carbono y la energía se libera
en forma de calor. Según lo planteado por la ley esta energía liberada se
pierde para el ecosistema pero no se destruye. Este principio es utilizado en
los invernaderos donde se logra mantener una temperatura alta interna.
Mientras la primera ley
de la termodinámica nos habla que la energía liberada por las plantas en forma
de calor no se destruye, la segunda ley también llamada ley de entropía nos
dice que esta se va perdiendo en formas
irrecuperables la energía dispersada es utilizada y no desperdiciada y su
salida del sistema es necesaria para todos los procesos biológicos, físicos y
bioquímicos para mantener toda organización estructural. Interpretando estos
dos concepto nos permite definir al calor, como la energía necesaria que debe
intercambiar el sistema para las diferencia entre trabajo y energía
interna.
Par finalizar las
aplicaciones que tienen estas leyes al
flujo de energía de los ecosistemas cabe anotar que mientras la primera ley
habla de la entrada de energía a los organismos y plantas por medio de la
energía lumínica y su futura transformación, la segunda ley impone
restricciones para las trasferencias de energía.
información tomada de wikipedia, la enciclopedia libre.
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